La Secretaría de Sustentabilidad, instancia que desde 2015 realiza la Campaña de Reciclaje Electrónico, convoca a la comunidad universitaria a presentar un proyecto que genere un impacto ambiental positivo para la UANL.
En el marco del Día Mundial del Medio Ambiente, que se conmemora el 5 de junio desde 1974, la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL) convoca a hacer conciencia del esfuerzo individual y colectivo que es necesario para cuidar el planeta.
Desde la Secretaría de Sustentabilidad, que encabeza el doctor Sergio Fernández Delgadillo, se invita a la comunidad universitaria y sociedad en general a participar en la Campaña de Reciclaje Electrónico UANL 2022, que se llevará a cabo del 6 al 11 de junio.
Para esta actividad de impacto ecológico, la Máxima Casa de Estudios contará con 16 centros de acopio instalados en preparatorias, facultades, dependencias centrales y el Centro de Investigación para el Desarrollo Sustentable (CIDESU), considerado como el módulo fijo en esta campaña.
*Premio al Mejor Proyecto de Sustentabilidad*
El Día Mundial del Medio Ambiente, cuyo lema del 2022 es Una sola Tierra, tiene como consigna que a nivel individual se asuma el compromiso de hacer cambios profundos que permitan tener una vida más limpia, ecológica y sostenible, en armonía con la naturaleza.
“En la Universidad, a través de la Secretaría de Sustentabilidad, todos los años hemos tenido un programa de conferencias orientado a reflexionar en torno al cuidado del medio ambiente.
“La institución tiene acciones muy puntuales en materia ambiental que tienen que ver con el ahorro de agua, el uso eficiente de la energía y conservación de áreas naturales dentro de los territorios universitarios, lo que se traduce en un balance de huella de carbono muy positiva para la Universidad”, mencionó Sergio Fernández Delgadillo, Secretario de Sustentabilidad de la UANL.
El funcionario explicó que el reciclaje electrónico en Monterrey nace como una respuesta al apagón analógico, el cual se detonó cuando empezaron las señales digitales terrestres y los televisores antiguos dejaron de funcionar y se convirtieron en desechos.
Por tal motivo, desde el 2015 se propusieron apoyar en este proceso de manejar los materiales que se consideran como reciclaje electrónico, así como educar a la comunidad en torno a este tema que en México es incipiente. Es necesario socializar el tema y concientizar sobre la importancia del cuidado del medio ambiente en todas las maneras posibles.
En cada campaña se recupera un recurso económico que en ocasiones anteriores se aplicaba a proyectos de responsabilidad social al interior de la UANL como donativos, por ejemplo, para el programa Tigres al Rescate y el Hospital Universitario. En esta edición 2022, se creó el Premio al Mejor Proyecto de Sustentabilidad.
“Estamos haciendo un llamado para participar con un proyecto de sustentabilidad a estudiantes, profesores y personal administrativo, con un proyecto que sirva de modelo y pueda ser replicado al interior de la Universidad para lograr un resultado de mucho impacto”, externó Fernández Delgadillo.
El Secretario de Sustentabilidad compartió que en esta primera edición del premio se recibieron 21 proyectos que actualmente están en evaluación, incluso hubo respuesta de investigadores en esta convocatoria. Advirtió que en la evaluación se va a considerar el impacto ecológico que los proyectos ofrezcan a toda la Universidad.
“La respuesta de los universitarios fue bastante buena. La cantidad del premio es simbólica, son 50 mil pesos, pero permitirán hacer realidad el proyecto para poderlo presentar ante la comunidad como resultado de la propuesta premiada”, agregó.
Impacto de los desechos electrónicos
El doctor Sergio Fernández Delgadillo informó que el movimiento internacional en materia de desechos electrónicos es hacer acopio de todos estos materiales para darles un proceso de reciclado a través de las compañías especializadas.
“En las empresas e instituciones como las nuestras hay computadoras impresoras, máquinas copiadoras, equipo eléctrico y electrónico que con el tiempo se vuelven obsoletos y pasan a ser un desecho y estos no pueden ser tirados a la basura.
“Por ejemplo, de las televisiones se rescatan parte de las tarjetas, los metales que están contenidos en el interior del objeto y estos materiales se reciclan, de tal manera que no vuelven a la naturaleza y no entran en contacto con el suelo y con el agua. Esto evita que haya contaminación que afecte la calidad de vida de las personas”, explicó.
La Directora de Gestión Ambiental y Seguridad Operativa de la UANL, Evangelina Ramírez Lara, compartió que, en la Campaña de Reciclaje Electrónico del 2019, la última que se hizo presencial -antes de la pandemia por COVID-19-, se recolectaron 45 toneladas de material electrónico.
“Ese año hicimos dos campañas, la primera en el marco del Día Mundial del Medio Ambiente [junio] y la segunda el Día Internacional de Reciclaje de Equipo y Aparatos Electrónicos, que se celebra en Europa [octubre]; para el 2021 que regresó el personal administrativo a la UANL las dependencias empezaron a desafectar equipos y recolectamos siete toneladas sin campaña de por medio”, informó.
La expectativa para la campaña de este año es muy alta, ya que se contará con 16 centros de acopio distribuidos en preparatorias, facultades y dependencias centrales que están estratégicamente ubicados, ya que se cubrirán cinco municipios: Apodaca, Escobedo, San Nicolás de los Garza, Monterrey y Santa Catarina.
Estas campañas son muy importantes porque los desechos electrónicos no pueden ser manejados como los residuos urbanos, porque no son residuos del hogar, sino que es un residuo de manejo especial.
“La normativa ambiental mexicana los ubica como residuos de manejo especial porque no es un residuo doméstico. Estos desechos si los dejas expuestos en un terreno baldío, aunque estén en concentraciones pequeñas, son tóxicos y pueden afectar al suelo natural y llegar a un agua subterránea o manto acuífero y causar daño”, expuso Ramírez Lara.
La funcionaria informó que en México el reciclaje electrónico es incipiente y no hay cultura de cómo manejar este tipo de residuos, que para implementar los programas con que cuentan tomaron de base la Unión Europea, donde hay una asociación que tiene más de 20 años trabajando este tema.
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