El 3 de diciembre es el Día Internacional de las Personas con Discapacidad, la Organización Mundial de la Salud (OMS) se une a sus asociados bajo el lema «Un día para todos», con el cual se quiere reflejar la creciente aceptación de que la discapacidad forma parte de la condición humana.
Casi todos nosotros experimentaremos una discapacidad temporal o permanente en algún momento de nuestras vidas. A pesar de ello, pocos países disponen de disposiciones adecuadas para satisfacer plenamente las necesidades de las personas con discapacidad.
De acuerdo con los cálculos de la OMS, más de 1000 millones de personas —alrededor del 15% de la población mundial— tienen alguna forma de discapacidad. Por si fuera poco, las previsiones indican que esa cifra aumentará como consecuencia del envejecimiento de la población y de la creciente prevalencia de las enfermedades no transmisibles. Aunque las personas con discapacidad se ven desfavorecidas, no todas ellas enfrentan los mismos obstáculos, ya que estos dependen varios factores, como el lugar donde viven y la equidad en el acceso a la salud, la educación y el empleo.
En 2017, la OMS llevó adelante una serie de iniciativas para aplicar las recomendaciones formuladas en el Informe mundial sobre la discapacidad —un documento histórico— y en el Plan de acción mundial de la OMS sobre discapacidad 2014-2021. El pasado mes de febrero, en la reunión mundial de expertos en rehabilitación «Rehabilitación 2030», la Organización consiguió que los participantes se comprometieran a ayudar a los gobiernos a elaborar modelos integrales de prestación de servicios, capacitar suficientemente a personal multidisciplinario, ampliar los mecanismos de financiación y mejorar los sistemas de información sanitaria, todo ello con miras a satisfacer la creciente demanda de servicios de rehabilitación.
Además, la OMS ha facilitado la aplicación nacional de la encuesta modelo sobre discapacidad en países como Filipinas y Qatar, así como en Baluchistán (Pakistán) y Dubái (Emiratos Árabes Unidos). Se espera que los resultados de la encuesta en esos países impulsen cambios positivos, como ocurrió, por ejemplo, en Chile, un país que revisó sus políticas y su legislación en las esferas de la salud mental, el empleo y el transporte basándose en las conclusiones de esta encuesta.
Recientemente, la OMS presidió el Grupo de Apoyo Interinstitucional para la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, coordinó la elaboración de un capítulo sobre la salud del informe de las Naciones Unidas sobre la discapacidad y efectuó un análisis de las iniciativas sobre rehabilitación de base comunitaria dirigidas por asociados en el mundo.
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